Tras dejarme unos días para asimilar la cantidad de experiencias y sentimientos que tuve durante mi primera prueba, os vengo a contar cómo fue, parte de los sentimientos que pasé y, a pesar de ciertos puntos difíciles, todo lo que me divertí y aprendí de esta experiencia… Que por si alguien duda, ¡Voy a volver a repetir!
Para daros más contexto, la prueba de ultraciclismo que realicé fue La Cabra (226 km +3900m), la cual es uno de los recorridos pertenecientes al evento La Garba. Este evento se realiza en la provincia de Tarragona, comenzando el recorrido en la localidad de L’Ampolla, pasando por 2 parques naturales (la Serra del Cardó-El Boix y Parc Natural dels Ports) y acabando en la misma localidad, es decir, la ruta es completamente circular. La prueba en sí, no es una prueba en autosuficiencia, ya que tuvo 5 avituallamientos con mucha comida y de mucho tipo de comida en ellos, pero la cantidad de kilómetros y el desnivel la hacían un buen reto para iniciarse en la larga distancia.
Salida con mucho respeto
(35km +560m)
Comienza el día del evento a eso de las 5:00AM, mi idea era despertarme un poco más tarde, pero los nervios me juegan una mala pasada en este sentido… más o menos he descansado, pero sin duda no empiezo el día al 100%. Mi hora de salida era a las 6:45AM, así que me visto muy tranquilamente pensando en bajar a desayunar algo, sin embargo, con tanto nervio en el estómago, descarto esa idea de mi mente para no sufrir problemas estomacales durante el inicio de la prueba. Salgo para el pabellón donde se da la salida con tiempo esperando también calmar un poco esos nervios.
A las 6:30 sale a primera tanda de La Cabra y 15 minutos después, sería mi turno. Puesto en la salida y subido a la bici, se me quitan los nervios y me enfocó en lo que viene, teniendo en cuenta mi estrategia para la carrera. En estos primeros kilómetros hasta el primer avituallamiento, la idea es calentar el motor, siguiendo simplemente mi ritmo y no dejándome llevar por como fuesen el resto.
Este primer tramo principalmente atraviesa una zona de olivos muy bonita, inicialmente por carretera, para luego continuar por un sendero de grava en el que se podía rodar bastante cómodo. Esta primera parte es una continua subida, con lo que vamos reservando fuerzas a pesar de poder ir más rápido, siempre pensando que queda mucho por delante y acabamos de empezar.
Como en el km. 28, toca bajarse de la bici para atravesar una riera y no provocar ningún daño a la bici que pudiese costar la prueba, y que también aprovecho para desayunar una barrita de frutos secos y empezar a meter algo al cuerpo. Tras 35 km llegamos a Rasquera donde es el primer avituallamiento y precede al primer puerto de la prueba, el Cardó, aprovecho para comer algo más metiéndome un plátano y un sándwich que caen muy bien en el estómago.
El monasterio-balneario y la bajada infernal
39km +810m
Tras el avituallamiento, comienza el primer puerto largo de la ruta en el que la primera parte es toda por carretera, como comenzamos desde Rasquera la subida son unos 9 Km con 4% de media. Hago la subida con mucha calma, disfrutando de una vista espectacular del valle viendo por donde discurre El Ebro, que se hace más espectacular todavía cuando llego al monasterio-balneario de El Cardo, es espectacular porque esta en lo alto de una roca (me recuerda al castillo de Rocadragón de Juego de Tronos). El ascenso sigue por carretera hasta llegar a él y desde ese punto, comienza una subida por grava con bastantes piedras, bastante más asequible para una MTB, con alguna zona con rampas al 11-12%…esta parte serían como 2 km donde ya corono y me dispongo a realizar la bajada a Thivenys.
En esta bajada, ya nos había puesto la organización en aviso de bajar la presión de las ruedas y de ir con mucha precaución, ya que es grava bastante suelta y con zonas con bastante piedra. Este tramo son 9 Km, que como he puesto en el título, son un infierno. A pesar de bajar la presión, hay algunas zonas que patina la rueda, no dejo que la bici coja mucha velocidad para ir con el mayor control posible y a pesar de ello, en algún tramo saco el pie de la cala para tener un poco de control por si tengo que posar el pie… se hace un infierno. Aunque debo de reconocer que las vistas son espectaculares. Poco a poco voy bajando hasta la ribera del Ebro donde llego a Thivenys, en este punto pasamos del camino de grava a carretera de nuevo, para poco después comenzar la siguiente subida, el Coll de Som (3,7km a 4,9% de media).
Este puerto discurre todo por carretera y también tiene unas bonitas vistas más cercanas de la ribera. Me lo vuelvo a tomar con mucha calma la subida, de momento las piernas siguen respondiendo muy bien, pero no quiero darlas más esfuerzo del necesario porque todavía quedaba lo peor. Tras coronar Som, aprovecho la bajada por carretera para tomar una gum-bar, llego a la localidad de Benifallet para más tarde cruzar el Ebro por carretera camino de la Estación de Benifallet, donde me paro en el segundo avituallamiento puesto por la organización.
Caída en el pozo cruzando túneles…
36km +760m
En este avituallamiento, si que paro como unos 20 minutos, relleno la camelback, los 2 bidones, como frutos secos, algún dulce, y me bebo un bidón de agua… Ya apretaba el Sol y se notaba que el cuerpo todavía está aclimatándose al calor.
Continuó con la prueba, en este punto comienza la via verde de la Val de Zafan ([Info]), una antigua vía de ferrocarril reconstruida como vía verde. Resulta muy curiosa porque según voy avanzando, voy cruzando tramos de túneles en completa oscuridad donde toca activar las luces y donde hace mucho más fresco, de lo que estaba haciendo afuera… lo que me ocurre, es que tras 10 km, en una continua subida como al 2%-3%, me viene el primer bajón mental serio durante la prueba. Las piernas siguen respondiendo, pero mover la bici me parece un mundo, los túneles me empiezan a resultar repetitivos y la cabeza empieza a pensar, “¿Por qué estoy haciendo esto?”.
Por el camino, me empiezo a dar cuenta que no soy el único con un bajón mental o físico. Me encuentro a otro participante vomitando, al cual pregunto cómo está, pero me dice que esta bien, que sólo le había sentado mal lo que había comido…probablemente, por el cambio de temperatura entre los túneles. Y un poco más adelante, a otra participante que aparentemente sufría también mentalmente con la vía verde.
Tras 15 km aproximadamente , llego a Bot, pero dejo la localidad a un lado y continuó por la via verde, que ya no me estaba pareciendo tan verde jajaja unos 10km después, ya acabaría mi sufrimiento, no sin antes acabar con un muro que me hace poner pies en tierra llegando justo a la localidad de Horta de San Juan. En este punto, me doy cuenta de que quedan como otros 10 km a la localidad de Arnes, donde me esperaba el tercer avituallamiento y en el que iba a reposar bastante más que los anteriores. A partir de este avituallamiento sabía que venía la parte más dura de la ruta y la que podía decidir si paraba a hacer noche o seguía hasta el final.
Continuará…
Para hacer que la crónica sea fácil y rápida de leer, he decidido dividirla en 2 partes. Así que pronto os cuento cómo fue la parte más dura, tanto física como mental de la prueba. ¡Hasta pronto!
Fotos extraídas de https://sbhotelslagarba.com/es/